Buenos Aires – 2023
182 p.; 21 x 14 cm.
Traducción: Sebastián Urli y Patricio Grinberg.
Prólogo: Matthew Dickman
ISBN 978-987-8320-33-5
Salario mínimo
Estamos con mi madre en el umbral fumando juntos
como si fuera un receso de diez minutos
en la empresa de ser madre y de ser hijo,
unos minutos de libertad ganada
antes de marcar tarjeta, antes
de ponernos el delantal, los sombreros de papel,
lavarnos las manos dos veces
y volver al mostrador
esperando que los clientes dejen propina y sean amables,
el aire fresco del jardín frente a nosotros, y los perros
atrás cagando en todas partes.
Encorvados, somos dos extras en The Night of the Hunter.
Busco un segundo cigarrillo, un pequeño nadador
entre otros nadadores. Pronto vamos a volver
a la cocina amarilla a terminar
lo que queda del café. Y lo que venga a matarnos
pondrá leche en mi taza y azúcar en la de ella.
Nota sobre la idea de una voz poética, prólogo de Matthew Dickman
Cuando era un poeta mucho más joven, emprendí el típico viaje de la mayoría de los escritores jóvenes: el viaje para “encontrar mi Voz”. Me probé varias “Voces” pero la más común era simplemente aquella en la que sonaba como cualquier poeta famoso que estuviera leyendo en ese momento. Al final de mis estudios de posgrado, escribí los primeros poemas que servirían de base para construir mi primer libro All-American Poem. Los poemas de este libro son todos pequeñas narraciones de asociación libre, que por lo general comienzan en un lugar, deambulan un poco y finalmente regresan al punto de partida como un moño prolijo sobre un paquete. En muchos de ellos había a la vez pena y humor y me gustaba esa sensación. Después de que All-American Poem se publicó, creí que mi viaje se había terminado –¡había encontrado mi Voz! Pero pasaron algunos pocos años y el suicidio de mi hermano mayor comenzó a atormentarme como nunca lo había hecho hasta entonces. Me pregunté: si la vida había continuado después de mi primer libro, y yo mismo había cambiado debido a ella, ¿cómo podía seguir escribiendo los mismos poemas que había escrito en All-American Poem? Empecé a cuestionarme qué quería decir realmente tener una “Voz”. En mi segundo libro, Mayakovsky’s Revolver, todavía estaba escribiendo narraciones sinuosas pero había menos humor y más pena –en parte estoy seguro debido al tema del suicidio entre amigos y familiares y debido a la muerte en general, pero también porque cada vez me interesaba menos entretener a un lector imaginado y me interesaba más explorar mis propios miedos y vulnerabilidades. Fue después de escribir Mayakovsky’s Revolver que decidí que no era una “Voz” lo que me interesaba sino una “Visión”. No quería forzarme a tener una sola identidad, un solo estilo, una sola forma, o una sola manera de escribir un poema. Quería adentrarme en el desierto de mi ser interior y tener una visión de algo nuevo. Por eso me preocupé menos por si mi poema “sonaba” como yo y me concentré más en si se “sentía” o no como yo, como yo me sentía ese día, en ese momento. Fue después de esta constatación, que me sentí más libre (y asustado) de lo que nunca me había sentido al escribir poemas. En mi tercer libro, Wonderland, mi visión se manifestó en la forma de unos recuerdos de infancia viscerales, tanto de amor como de violencia. También se manifestó en el uso de cortes de estrofas, de verso y de una sintaxis que nunca había usado antes. Estaba entusiasmado por el aire fresco de primavera que los cortes de estrofa dejaban entrar en el poema. Era revitalizante. En mi cuarto libro, Husbandry, decidí dejar que la forma de los poemas reflejara el tema de modo concreto. El libro es sobre la difícil separación con la madre de mis hijos durante los primeros días de la cuarentena por el Covid, sobre mis dos hijos y la ansiedad de criarlos por separado. Cada poema en Husbandry está escrito en pareados como para replicar el doble par de adultos, los dos chicos, y el rol de tener que ser padre sin haber tenido uno yo mismo. Hay también poemas inéditos en esta antología que tienen entre sus manos. Algunos son elegías, otros son narraciones de asociación libre pero muy diferentes (al menos para mí) de las narraciones libres de mi primer libro. Por último, hay un conjunto de poemas titulados Bouquet en el que cada poema se centra en una flor diferente y está dedicado a aquellas personas que más aprecio en mi vida de escritor y con quienes me escribo una vez por semana. Si leen este libro desde sus primeros poemas hasta los más recientes (aunque lamentablemente no se pudieron incluir poemas de Mayakovsky’s Revolver en esta antología) van a encontrar, espero, no un arco de voces poéticas sino un salto de una visión a otra. Y es ese salto, esa experiencia de tener una visión (o como quieran llamarla) lo que deseo no solamente para mí sino para todos: no importa el tipo de arte que hagan, espero que tengan una experiencia que no se base en un tipo de propiedad imaginaria sobre su identidad, un tipo de voz que puedan reclamar como suya, sino más bien una experiencia extática, algo que sea casi imposible de poner en palabras.
Matthew Dickman (2023).
Matthew Dickman
Matthew Dickman nació en Oregon en 1975. Ha publicado All-American Poem (2008), Mayakovsky’s Revolver (2012), Wonderland (2017) y Husbandry (2022).
